Hicimos talleres para concientizar a la gente y que se unieran más personas al proyecto. Se formó un Comité y se decidió poner unas jaulas para engorda de pargo y canané (rabirrubia) dentro de la zona de refugio y así poder vender el producto a mejor precio. Con los recursos económicos de la maricultura se subsidian los gastos para hacer recorridos de vigilancia. La alimentación de los peces se hacen a la par de los estos recorridos. Los recursos económicos para comprar las jaulas salieron de nuestras bolsas. Las mujeres ocupan el 30% de nuestro personal, apoyan empacando y en la preparación del alimento para peces, en servicio de restaurante para turistas y apoyan en cuestiones administrativas de la cooperativa.